Salud materno fetal: Enfermedades psiquiátricas no son un impedimento para un buen embarazo

Publicaciones entre 2007 y 2018

Nuevas terapias farmacológicas permiten llevar con éxito la espera, aunque hay que tomar precauciones.

El consumo de medicamentos y las enfermedades siquiátricas va a la par. La gran mayoría de las patologías deben ser tratadas con fármacos que ayudan a estabilizar la dolencia.

Es debido a ésto que existe el temor generalizado cuando una mujer que padece de una enfermedad siquiátrica, tales como una depresión o esquizofrenia entre otras, se embaraza. ¿Esperar un hijo y tener una patología siquiátrica son inconciliables?

Para el doctor Cristian Belmar, Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Católica, “no se debe hablar de enfermedades con incompatibilidad con el embarazo, lo cual hoy en día es de rarísima ocurrencia, sino que hay dolencias que hacen que éste tenga un mayor riesgo”.

Antes de que una mujer con este tipo de patologías quiera formar familia, es importante que acuda al ginecólogo para que analice qué tipo de enfermedad tiene, cómo se la ha tratado en el último tiempo, si está estable y qué medicamentos consume. En base a toda la información el médico le informará cuáles son los riesgos especiales y/o que complicaciones podría presentar con mayor frecuencia. “Desde luego se le hace una recomendación de cual sería el mejor momento para embarazarse, que tratamientos o medicamentos debe modificar, suspender o continuar y si requiere algún tratamiento especial para prepararse para un eventual embarazo”, señala el médico.

Caso a caso

Si una mujer está consumiendo antidepresivos, el profesional recomienda que si llegase a ocurrir un embarazo no planificado no debe suspender el tratamiento sin consultar al siquiatra. Si la situación es en una paciente que tiene posibilidades de embarazarse, el doctor Belmar afirma que en este caso puede tomar medicamentos que estén aprobados para el estado de gravidez. “Existen antidepresivos que son seguros y eficaces en el embarazo”, asevera.

En el caso de la esquizofrenia, es muy importante que bajo ningún punto de vista suspendan los tratamientos, ya que al activarse la enfermedad  ésta puede llegar a alterar el juicio de la realidad. “De producirse un embarazo es fundamental el estricto control psiquiátrico y ajustar sus medicamentos, prefiriendo desde luego aquéllos con los cuales se tenga mayor experiencia de uso en embarazadas y que sean por ende más inocuos”, afirma el médico.

Los riegos que pueden existir en este caso, según el profesional, están relacionados con la exposición del feto a ciertos fármacos, cuyo efecto puede ser desconocido o nefasto. “Remedios como el litio se asocian a mayor riesgo de cardiopatías congénitas, en especial Anomalía de Ebstein; en otros, de uso reciente en psiquiatría, no existe suficiente experiencia de sus efectos en mujeres embarazadas, por lo que debe sopesarse adecuadamente los riesgos versus los beneficios de mantener el tratamiento o suspenderlo”, comenta el profesional.