El alto porcentaje sorprende y es un golpe bajo a la masculinidad, sobre todo en sociedades aún machistas como la nuestra. El factor masculino en la pareja infértil se debe a alteraciones de la cantidad y calidad espermática, existiendo diversos factores de riesgo asociados al trastorno. Si tras un año de exposición al embarazo éste no se ha logrado, la pareja debe ser examinada para determinar qué factores están asociados en dicha infertilidad. En el caso del varón existen certeros exámenes y exitosos tratamientos para revertir su infertilidad y así restablecer su capacidad fecundante.
La infertilidad es uno de los problemas más sensibles que puede experimentar la pareja, sobre todo cuando están en planes de concebir un hijo y el tiempo pasa sin lograr el esperado embarazo. La infertilidad afecta entre un 10 y un 15 por ciento de las parejas expuestas a embarazo –aquellas en edad fértil que no utilizan ningún método anticonceptivo -, y de este grupo los hombres contribuyen en el 40 por ciento de los casos debido a algún tipo de trastorno de su fertilidad.
“Nuestra sociedad aún tiene un predominio machista, pero este concepto de que los problemas de infertilidad sólo afectan a las mujeres ha ido cambiando. Uno debe informar a los pacientes y demostrar con evidencias que el hombre cada vez está más involucrado en la baja reproductiva. No es una exageración este paulatino protagonismo creciente del hombre en este problema. Del total de parejas infértiles en un 40 por ciento de ellas el hombre tiene algún tipo de trastorno de fertilidad. Es un hecho que el hombre está cada vez más involucrado en la infertilidad”, afirma el gineco-obstetra Alejandro Manzur, Jefe de la Unidad de Reproducción Humana de la Universidad Católica.
El doctor Manzur, con experiencia clínica en parejas infértiles, subraya en lo difícil que le resulta al hombre asumir mediante un diagnóstico que él es el responsable de la infertilidad. “El hombre que por sus propios problemas no puede ser padre se siente muy disminuido. Es un golpe bajo, el hombre sale derrumbado, y uno como médico debe darse el tiempo para explicarle que no todo está perdido, que incluso ante un examen desfavorable hoy existen técnicas que igual le permiten ser padre”, señala el especialista en infertilidad del departamento de Obstetricia y Ginecología de la UC.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DE ALTERACIONES ESPERMATICAS
La ciencia médica habla de infertilidad sólo después de un año de incapacidad de la pareja para lograr un embarazo. Esto debido a que la probabilidad de embarazo en la población fértil en planes de concebir es sólo de un 25 por ciento en el primer mes de exposición, de 60 por ciento a los seis meses, de 75 por ciento a los nueve meses y de un 80-90 por ciento al año. Sólo después de ese período existe la sospecha de infertilidad, diagnóstico que debe confirmarse o descartarse con exámenes realizados al hombre y la mujer.
En el caso del varón el examen de rigor y orientador de su fertilidad es el espermiograma, que permite diagnosticar con certeza alguno de los tipos de alteración espermática que afectan su capacidad fecundante. Por tratarse de un examen que exhibe gran variabilidad, cuando está alterado debe repetirse para confirmar el diagnóstico con una diferencia no menor a quince días.
Según explica el doctor Alejandro Manzur existen tres parámetros de la calidad espermática, que en caso de estar alterados afectan la fertilidad del paciente; la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides. Si el hombre tiene una cantidad de espermatozoides inferior a la mínima -20 millones por mililitro o 40 millones en el total de la muestra seminal- la alteración se denomina Oligospermia; cuando menos de la mitad de la muestra se mueve en forma progresiva se habla de una Astenospermia y si la alteración se presenta en la morfología del espermatozoides se denomina Teratospermia.
“Además de estos factores masculinos de infertilidad existen otros más encubiertos, en que si bien el espermiograma aparece normal otro examen como un test funcional de los espermatozoides está alterado. El más clásico de ellos es el Test de Hemizona”, explica el doctor Manzur sobre este examen que mide la capacidad de los espermios para unirse a la pared del ovocito o zona pellucida. Para estos casos severos en que el espermatozoide no puede penetrar el ovocito se implementa la técnica de ICSI, Inyección Intracitoplasmática de Espermios. Es una modalidad de reproducción asistida de alta complejidad que no se realiza en la Universidad Católica –similar a la fecundación In Vitro aunque más sofisticada- que consiste en inyectar un espermatozoide en el interior de cada óvulo, con la ayuda de una aguja de vidrio microscópica para facilitar la fecundación.
También el hombre puede ver mermada su fertilidad por un trastorno hormonal. “En ocasiones hay pacientes con una alteración espermática producto de una disfunción hormonal, como tener una baja producción de FSH que es un hipogonadismo-hipogonadotrópico, que implica un deficitario funcionamiento testicular por falta de estímulo desde la hipófisis. Este problema se corrige suministrando, mediante inyecciones, la hormona FSH. Es un tratamiento costoso, porque además se extiende por varios meses dado que la espermatogénesis – producción espermática – tarda 72 a 75 días”, explica el especialista en infertilidad de la UC.
El doctor Alejandro Manzur menciona la inseminación intrauterina -practicada en los centros médicos UC, consiste en implantar espermatozoides escogidos dentro de la cavidad uterina a través de un catéter- como otra solución efectiva para lograr la fecundación en ciertos casos de alteración espermática. Si bien este tratamiento para la infertilidad no está cubierto por las prestadoras de servicio de salud, su costo es bajo y accesible.
“Hoy la medicina reproductiva ofrece muchas y exitosas posibilidades de tratamiento para revertir un factor masculino de infertilidad. Hombres que hace años eran diagnosticados como estériles hoy pueden ser padres con estos tratamientos”, asegura el gineco-obstetra de la UC.
Por último el especialista en Reproducción Humana menciona numerosos factores de riesgo que pueden influir en el factor masculino de infertilidad. Fumar más de siete cigarros diarios, consumir alcohol y drogas en exceso, el uso de estimulantes de masa muscular y el aumento de temperatura escrotal constante son algunos de los factores de riesgo asociados a infertilidad masculina. Ante el diagnóstico de alteración espermática lo primero es modificar en el paciente los hábitos que se relacionen a estos factores, antes de iniciar el tratamiento indicado para cada caso de infertilidad por factor masculino. Otro de los factores frecuentes en esta disfunción de la fertilidad son los casos de varicocele, moderado o severo, e infecciones. Los primeros son derivados al urólogo para ser tratados con cirugía, en el segundo caso su tratamiento es con farmacoterapia antibiótica.
El tema de la infertilidad por factor masculino será presentado por el doctor Alejandro Manzur en el próximo Congreso Chileno de Obstetricia y Ginecología, a realizarse entre el 20 y el 24 de noviembre en Viña del Mar.