Cada vez más mujeres optan por tener un hijo entre los 40 y 50 años, tendencia mundial y que se da también en Chile con estadísticas que la confirman. La probabilidad de tener un niño con síndrome de Down es el temor más sensible. Pero otras enfermedades genéticas, mayor probabilidad de aborto y otras complicaciones son también más frecuentes en embarazos tardíos. Si bien los mayores riesgos preocupan a las madres, el porcentaje de incidencia sigue siendo bajo.
Estadísticas oficiales, del INE, y distintos estudios académicos confirman en nuestro país la paulatina baja de natalidad, pero a su vez un ligero incremento de nacimiento de niños de madres sobre 40 años. La maternidad en Chile está cambiando, en rigor se está postergando el embarazo a edades impensadas hace unas décadas. Ser madre entre los 40 años y 50 años es seguro o riesgoso, la respuesta no es tan categórica y depende en gran medida del estado de salud de la mujer al momento de embarazarse.
“En términos generales hoy la maternidad en sí es un proceso bastante seguro en Chile, para madres e hijos. Por lo mismo la gente asume el embarazo como un evento que no puede fallar, lo que no es tan así. Sobre todo la probabilidad de riesgos tiene que ver con la edad, cuanto mayor es la embarazada mayores también son los riesgos”, señala el médico Cristián Belmar, jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Clínico de la Universidad Católica.
Respecto al factor de mayor edad que influye de manera significativa en los mayores riesgos del embarazo o el parto, hay dos variables a considerar.
Por una parte las mujeres embarazadas sobre los 40 años suelen ser menos sanas que sus pares entre 20 y 30 años. Una embarazada madura por lo general tiene más enfermedades pre existentes al embarazo con relación a una mujer joven. “La probabilidad que una mujer de 45 años tenga enfermedades previas al embarazo como hipertensión o diabetes es sin duda es mucho mayor, y esa paciente embarazada tiene mayores riesgos obstétricos por sus enfermedades pre existentes, que inciden e impactan en su embarazo”, explica el doctor Belmar, del departamento de Obstetricia y Ginecología de la UC:
Por otro lado existe una segunda variable que hace más riesgoso un embarazo tardío. En edades avanzadas la capacidad reproductiva de la mujer disminuye, pero si se embaraza la probabilidad de un aborto espontáneo es mayor que en una mujer joven. “No hay una edad exacta o límite para determinar cuándo son más probables estos riesgos, más bien es un fenómeno progresivo. Cuanta más edad tiene la embarazada la posibilidad de problemas o enfermedades genéticas para el feto es mucho mayor”, advierte el especialista.
SÍNDROME DE DOWN Y OTRAS ALTERACIONES CROMOSOMICAS
A qué posibles escenarios se expone una embarazada sobre los 40 años, y sobre todo su hijo en gestación. “Por ejemplo este tipo de embarazadas tienen más probabilidades de tener un hijo con síndromes, como el de Down, e incluso muchos de estos fetos con problemas genéticos no llegan a nacer. En estos casos se produce lo que se puede llamar, por decirlo de algún modo, un mecanismo de selección natural. Sucede que la mayor parte de estos casos de niños en gestación con alteraciones genéticas mueren in utero por abortos espontáneos”, señala el médico Cristián Belmar.
Las cifras sobre la incidencia de niños con síndrome de Down son claras: si se consideran todas las mujeres una de cada 600 tiene un hijo Down, en cambio en las de 40 años la incidencia de este síndrome se eleva al uno por ciento. Es más, en una embarazada de 45 años este riesgo se incrementa al diez por ciento, porcentaje que sube aún más al aproximarse a los 50 años.
“De todos los problemas genéticos el síndrome de Down es el más frecuente”, afirma el gineco-obstetra de la UC.
Si bien la espera y nacimiento de un niño con síndrome de Down es el mayor temor de embarazadas maduras, existen otras complicaciones cromosómicas en este tipo de embarazos y que suelen ser más severos aún. “Existen alteraciones cromosómicas del feto ante las cuales uno sabe que el niño sólo sobrevivirá algunos días u horas luego del parto, incluso pueden morir in útero”, advierte el jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Clínico UC.
Los problemas o riesgos en embarazos tardíos se extienden también para la mujer, aunque en un porcentaje mucho menor que para el feto. “En Chile la posibilidad de fallecer en un embarazo es muy baja, aunque mucho más alta en mujeres sobre 40 años. En este último caso el fallecimiento tiene que ver con hipertensión o descompensación de patologías crónicas y preexistentes, como por ejemplo diabetes, hipertensión u otras”, comenta el especialista de la UC.
En todo caso el médico de la UC aclara que una mujer sobre los 40 años que se encuentre sana y con hábitos de vida saludables –ejercicio físico y buena alimentación- estaría en condiciones físicas y biológicas de desarrollar un embarazo satisfactorio, sin diferencias sustantivas si se le compara a una mujer similar, pero con 20 años menos.
Sobre los cambios demográficos en Chile relacionados a este tema las cifras y conclusiones del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, son claras: en Chile nacen cada vez menos niños, ha bajado la tasa de natalidad en mujeres que están en su edad más fértil –alrededor de los 20 años- pero sin embargo ha aumentado marginalmente el nacimiento de niños de madres mayores. “Si bien desde el punto de vista sociológico es legítimo y entendible que esto suceda (mujeres jóvenes que postergan el embarazo por motivos de costos económicos o por proyectos personales más prioritarios), desde la perspectiva médica no es la situación óptima, por las anteriores explicaciones mencionadas sobre las diferencias de riesgos entre embarazadas jóvenes o mayores”, concluye el doctor Cristián Belmar.
El gineco-obstetra de la UC enfatiza en un punto a considerar. Si bien los riesgos obstétricos en embarazos de mujeres mayores son más probables que en jóvenes, el porcentaje de ese eventual peligro sigue siendo bastante bajo. “Si una mujer quiere embarazarse sobre los 40 años está en todo su derecho y es legítimo, y cómo médico uno les pide a esas mujeres que lleguen al embarazo con la mejor salud posible. Ellas deben ponerse en manos de un equipo médico interdisciplinario materno fetal, que la apoye y controle con el mayor cuidado durante su embarazo. Por cierto ese equipo de profesionales y especialistas está a disposición de las pacientes en nuestro Hospital Clínico”, afirma el gineco-obstetra de la Universidad Católica.