En Chile se producen más de 100 embarazos al año en mujeres con infección por VIH. Mientras que hace 20 años, estas mujeres eran esterilizadas; hoy ellas pueden acceder a la maternidad, con un pronóstico bastante favorable, si reciben un tratamiento oportuno.
“El enfrentamiento del SIDA en el embarazo ha cambiado muchísimo en los últimos veinte años, tanto para las mujeres como para sus hijos. Si en la década de los 80 se estimaba que las pacientes con VIH tenían un altísimo riesgo de complicaciones y algunos centros en el mundo consideraron que la esterilización era una alternativa adecuada en estas pacientes, dada su escasa posibilidad de sobrevida y la alta probabilidad de contagio al hijo, hoy el panorama es muy distinto”, señala del doctor Fernando Abarzúa, gineco obstetra de Red Salud UC, especialista en infecciones ginecológicas.
En efecto, precisa el doctor Abarzúa, si la madre accede a las terapias óptimas, las tri-terapias, la posibilidad de que el feto en desarrollo se infecte, es cercana al 0%. “Incluso, hoy en día, hay mujeres infértiles con VIH que son sometidas a terapias de reproducción asistida, con técnicas como seguimiento folicular, inseminación y fertilización in vitro, algo impensable hace 15 años”, comenta.
Las terapias que pueden usarse en el embarazo han demostrado una alta seguridad y eficacia, evitando así el riesgo de que los niños se infecten. “En las series de Red Salud UC, al hacer la triterapia, la tasa de transmisión ha sido del 0% y en el servicio público ha sido menos de 2% por ciento, de modo que el pronóstico ha cambiado drásticamente”, señala este especialista.
Aquellas embarazadas que descubren que son portadoras del VIH recién en sus primeros controles con el gineco-obstetra tienen, de todas formas, un buen pronóstico, porque la terapia se inicia a partir de las 20 semanas de gestación. “En Chile, uno de los exámenes solicitados al comienzo de embarazo es el de VIH, por lo que la mayoría de estas pacientes están a tiempo para iniciar el tratamiento. Pero si la paciente se contagió después de la toma de ese examen o simplemente no se lo realizó, las terapias actuales permiten reducir el riesgo de contagio hasta en un 50 por ciento, incluso si el virus se detecta en el parto mismo. Pero lo óptimo es comenzar con la terapia a las 20 semanas”, explica.
Eso sí, el tratamiento debe incorporar sólo aquellos medicamentos que son compatibles con el embarazo o que pueden tener efectos secundarios leves y manejables en los bebés. “Hay drogas que pueden producir malformaciones, ésas se eliminan por completo”, señala el doctor Abarzúa.
A tener en cuenta:
- Según la VI Encuesta Nacional de la Juventud (2009), el 40% de las mujeres de entre 15 y 29 años nunca se ha hecho el test del VIH.
- El mínimo porcentaje de contagio de madre a hijo se logra siempre que la mujer reciba el tratamiento indicado desde el cuarto mes de gestación, y el recién nacido hasta el mes y medio de vida.
- Cuando la madre seropositiva no se trata, la probabilidad de transmisión se eleva al 30%, y al 40% si se amamanta al recién nacido.
- Formas de contagio; durante el embarazo, en el parto y durante la lactancia.