Significativo aumento de diabetes gestacional

Publicaciones entre 2007 y 2018

Los malos hábitos alimenticios y vida sedentaria también le pasan la cuenta a las embarazadas. Hoy cerca de un diez por ciento de ellas sufren diabetes gestacional, porcentaje superior al dos o cinco por ciento que había hace quince años. Sus efectos son inmediatos y a largo plazo. Al feto le significa sobrepeso, crecimiento excesivo, mayor probabilidad de nacimiento por cesárea e incluso la muerte, en el caso de embarazadas con altos niveles de glicemia que no tratan la enfermedad. Con los años la madre puede  desarrollar diabetes mellitus tipo II.

Los cambios del estilo de vida en la sociedad moderna conllevan una serie de hábitos perjudiciales para la población, como alimentarse mal y sedentarismo.

Así las enfermedades cardiovasculares y metabólicas se incrementan, a la par con el alza en los factores de riesgo asociados. A esta negativa tendencia se han sumado en los últimos años las embarazadas, que presentan una mayor incidencia de diabetes gestacional, que se diferencia de la diabetes  tradicional o crónica por desarrollarse sólo durante el embarazo.

Las cifras son preocupantes. Si hace diez o quince años el rango de la incidencia de esta enfermedad era entre un dos y un cinco por ciento, hoy el porcentaje se ha elevado alrededor del diez por ciento, de acuerdo a recientes estudios e investigaciones de expertos nacionales. La razones de esta alza diabética gestacional son, entre otras, factores de riesgo como obesidad, predisposición genética por origen étnico –las latinoamericanas tienen mayor predisposición a desarrollarla- y mujeres que se embarazan en edades tardías.

“La diabetes gestacional se distingue de los demás tipos de diabetes por aparecer durante el embarazo y por terminar habitualmente luego del parto. Pero el problema principal de esta diabetes del embarazo es similar al de otras diabetes; el organismo es incapaz de regular el alza de la azúcar y se eleva a un nivel más allá de lo normal o tolerable. Al igual que los diabéticos, las embarazadas que desarrollan esta enfermedad durante la gestación pierden el mecanismo natural del control de la azúcar o glicemia, que se logra con la insulina. Además de ser una enfermedad transitoria, la diabetes gestacional se diferencia de las otras diabetes por ser menos severa. Por lo general las embarazadas con esta enfermedad sólo necesitan una dieta adecuada, y sólo pocos casos requieren de administración de insulina como los diabéticos crónicos”, explica el doctor Cristián Belmar, gineco-obstetra del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Católica, sobre las diferencias sustanciales entre la diabetes gestacional de una pre existente.

FACTORES DE RIESGO: SOBRE PESO Y RAZA

Entre las situaciones o antecedentes que predisponen al desarrollo de diabetes durante la gestación existen dos determinantes, como el sobrepeso u obesidad y el origen étnico de la embarazada. “En razas hispano americanas y asiáticas hay mayor predisposición a esta enfermedad, no así en etnias europeas donde esta predisposición es menor. Nuestra carga étnica nos hace ser una población susceptible a desarrollar diabetes gestacional”, afirma el doctor Belmar, jefe del servicio de Obstetricia de la Universidad Católica.

También los antecedentes familiares de diabetes y el haber desarrollado diabetes gestacional en embarazos anteriores son factores de riesgo para esta afección.

Esta enfermedad es propia de la segunda etapa del embarazo, pues en dicho período es cuando la placenta genera un incremento hormonal tal que influye en un déficit relativo de insulina y en la consiguiente alza en la glicemia.

Una prueba de tolerancia oral a la glucosa es el examen más práctico y sugerido por el Ministerio de Salud para diagnosticar diabetes gestacional, entre las semanas 24 y 28 del embarazo.

Diagnosticada la enfermedad, el tratamiento inmediato es una dieta baja en carbohidratos y en azúcares, similar  al de un paciente diabético. En una segunda etapa,  y sólo si persisten elevados niveles de glicemia, se le administra insulina a la paciente, tratamiento inofensivo para el feto. En rigor el no tratamiento de una diabetes gestacional con altos índices de glicemia es lo peligroso para un niño en gestación, incluso podría provocar la muerte del feto.

De todas formas la diabetes gestacional provoca efectos negativos inmediatos en la vida intrauterina, no tanto en la salud de la embarazada. El efecto más usual es el excesivo crecimiento y sobre peso intrauterino, lo que conlleva partos por cesárea y problemas neonatales como hipoglicemia. Sobre secuelas futuras en la vida del recién nacido, como insulina resistencia o predisposición a la diabetes, no hay resultados concluyentes.

Pero en cuanto a daños futuros de la diabetes gestacional para la madre sí hay evidencia, según explica el gineco-obstetra Cristián Belmar. “Aunque la madre sane de su diabetes gestacional luego del parto, de todos modos en un mediano plazo tendrá más riesgos de los normales de ser una mujer diabética.

Tendrá un mayor riesgo que otra madre que no tuvo diabetes gestacional en desarrollar una diabetes del tipo II”, advierte el especialista de la UC.

Ante esta lamentable alza diabética en las embarazadas chilenas, el doctor Belmar llama a las mujeres a mejorar sus hábitos alimenticios y a dejar el sedentarismo por una rutina de ejercicios acorde al embarazo.