La disminución de los niveles hormonales en la menopausia puede provocar cambios en el funcionamiento sexual de la mujer: entre las disfunciones más frecuentes está el trastorno del deseo sexual, trastornos orgásmicos o anorgasmia y la presencia del dolor pélvico genital.
El 40% de las mujeres menopaúsicas tiene algún problema de índole sexual, principalmente, disminución de la libido. Éste es uno de los síntomas característicos de la menopausia que, aunque es normal en la vida de toda mujer, se presenta con una serie de cambios hormonales que afectan e influyen en la calidad de vida.
Por definición, la menopausia es la última menstruación en la vida de la mujer que se certifica cuando han pasado 12 meses. Ocurre porque los ovarios dejan de funcionar y producir suficientes estrógenos, por lo que la mujer pierde su capacidad de procrear. Todo ello repercute en muchos aspectos de su cotidianeidad, entre ellos, la sexualidad.
Según la Dra. Pilar Valenzuela, Gineco-Obstetra de Red de Salud UC CHRISTUS y especialista en climaterio y menopausia, la edad promedio de la menopausia en Chile es a los 49 años, aunque se considera normal que se produzca entre los 45 y 55 años.
Disfunciones sexuales
Entre las disfunciones sexuales más frecuentes se encuentran el trastorno del deseo sexual o trastorno del deseo hipoactivo (según la clasificación de la DSM V, Manual de Diagnóstico Estadístico de Trastornos Mentales), además de los trastornos orgásmicos femeninos o anorgasmia y presencia del dolor pélvico genital.
Un punto importante -comenta la Dra. Valenzuela- es investigar los fármacos que consume la paciente, porque muchos medicamentos pueden afectar la sexualidad, como los antiepilépticos, antipsicóticos y antidepresivos, entre otros. “Por ningún motivo hay que dejarlos sino que evaluarlos para ver qué ajustes se pueden hacer”, precisa.
Realizar kinesiterapia para el piso pélvico es otra de las recomendaciones para evitar el dolor durante las relaciones sexuales.
Asimismo, la especialista de Red de Salud UC CHRISTUS, recomienda realizarse exámenes de rutina para prevenir molestias propias de esta etapa de la vida. “Es aconsejable evitar el consumo de alcohol y tabaco, comer sano y realizar actividad física porque la mujer con buenos hábitos tiene más probabilidades de experimentar una sexualidad plena”.
Impactos psicológicos y físicos
El ámbito sicológico es uno de los aspectos que más impactan en la sexualidad femenina, por lo tanto, la salud mental de la paciente es un factor muy importante de considerar.
“Una mujer que está saludable en este aspecto va a tener una sexualidad mucho más plena que otra que tiene alguna patología, como por ejemplo, un trastorno de ánimo. Por lo tanto, la salud mental es el predictor más fuerte de cómo será la sexualidad tanto en mujeres pre menopaúsicas como post menopaúsicas”, destaca la Dra. Valenzuela.
Respecto de los impactos físicos que puede traer consigo la menopausia, una mujer con mucha sintomatología por la falta de estrógenos, como bochornos, dolores articulares y diversas molestias, podrá ver afectada su calidad de vida y -por ende- el deseo sexual, ya que este último es un estado interno que –en el caso de las mujeres- es multifactorial.
“Además, la falta de estrógenos puede provocar síntomas uro-genitales importantes como sequedad vaginal, falta de lubricación, dolor al tener relaciones y ocurrencia de infecciones urinarias y vaginales asociadas a la actividad sexual”, agrega la Gineco-Obstetra de Red de Salud UC CHRISTUS.
La Dra. Valenzuela comenta que generalmente se indica una terapia sistémica con estrógenos para aliviar bochornos, trastornos del sueño, dolores articulares, sequedad vaginal y falta de lubricación, a aquellas mujeres que no tienen contraindicaciones. Otra alternativa son los estrógenos vaginales que ayudan a mejorar la lubricación y la salud uro genital. “Otra opción es el uso de lubricantes o hidratantes vaginales para permitir que la relación sexual sea placentera y menos traumática”, finaliza.